America Latina. Enero 6 2021
Los diputados chavistas y sus aliados, que ocuparán 256 de los 277 escaños de la Asamblea Nacional tras las elecciones fraudulentas del 6 de diciembre, han ingresado al Palacio Federal Legislativo alzando retratos de Simón Bolívar y de Hugo Chávez
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Una procesión con sabor a déjà-vu revolucionario recorrió ayer el Palacio Federal Legislativo de Caracas portando los retratos de Hugo Chávez y Simón Bolívar. Con las mascarillas puestas pero sin respetar la distancia de bioseguridad y con música llanera para animar a los pocos presentes, olvidadas ya hace años las demostraciones callejeras de apoyo popular. Como si con tan exótica representación se borrara el inmenso fraude perpetrado en las elecciones de diciembre pasado.
«Rociamos con agua bendita cada espacio del Palacio», aseguró Jorge Rodríguez, hombre de confianza de Nicolás Maduro y hermano de la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, tras juramentarse como nuevo presidente de la Asamblea Nacional (AN) del régimen.
El chavismo teatralizó de esta forma, el regreso al Parlamento, pese a que hace un año sus tropas lo invadieron y lo secuestraron para imponer una junta directiva a su servicio. No hacía falta volver: ya estaban dentro.
Pese a memoria tan flaca, la nueva AN chavista, controlada por Nicolás Maduro y su hombre de confianza, comenzó a sesionar de espaldas al país y a la mayoría de la comunidad internacional mientras el Parlamento legítimo confirmaba desde su semiclandestinidad que mantiene su desafío, pese a las diferencias internas y las dudas europeas.
«El mensaje es a Maduro, estamos aquí de pie, no solamente por la necesidad de la institucionalidad del Parlamento, sino también por nuestra gente, por los que no se rinden, por los que quieren», reclamó Juan Guaidó durante la puesta en marcha de tan excepcional periodo, nacido a través de la continuidad constitucional establecida por el reformado Estatuto de Transición. Si la oposición logra mantener su órdago será una Comisión Delegada (instancia que opera en periodos vacacionales) la que sustituya al pleno de todos los diputados.
«No podemos permitir que exista un vacío de poder, al no haber diputados legítimamente electos corresponde al Parlamento electo en 2015 seguir en funciones hasta que haya una elección válida», explicó el presidente encargado.
A Guaidó le acompañaron su vicepresidente, Juan Pablo Guanipa («Estamos aquí dando la cara, unos perseguidos, otros en la cárcel, otros torturados, otros en el exilio»), y el diputado Luis Florido («Nos preguntan si tenemos miedo y la respuesta es sí, pero el miedo lo hemos transformado en coraje»). .
OBJETIVO: «CONSTRUIR LA TRANSICIÓN»
Junto a ellos, militantes de la centrista Primero Justicia (PJ) y del socialcristiano Un Nuevo Tiempo (UNT), el dirigente de Voluntad Popular reclamó a otros líderes opositores, incluido el ex candidato presidencial Henrique Capriles y la exdiputada María Corina Machado, la construcción de una vía definitiva para lograr la transición a la democracia.
Un acuerdo que, hoy por hoy, luce imposible dentro de una oposición que vivió entre miedo e incertidumbre una jornada tan inédita como la de ayer, que comenzó con el despliegue de agentes gubernamentales frente a la residencia de Guaidó y continuó con el hostigamiento a otros diputados.
Al menos 100 parlamentarios participaron en la sesión telemática, lo que proporcionaba el quórum requerido de 84, más los pocos que pudieron acercarse al acto presencial en un salón de actos en Las Mercedes, en el este de Caracas.
Entre las deserciones de última hora fue la de Marialbert Barrios la que más escuece en la presidencia encargada, al tratarse de una dirigente también joven y que ha logrado establecer raíces muy profundas en un barrio caraqueño tan popular como Catia.
Los apoyos internacionales sustituyeron las dudas internas, a falta de conocerse en las próximas horas la postura de la Unión Europea y de España. Fuentes políticas aseguran que se mantendría el apoyo a Guaidó pero rebajándole el estatus: de presidente encargado a sólo líder de la oposición.
Algo que EEUU, Canadá y Japón no comparten, tras ratificar ayer su apoyo a la Presidencia interina antes de la esperada catarata de respaldos latinoamericanos, que comenzaron con Brasil y Uruguay.
FESTEJOS CHAVISTAS
En la otra trinchera, el chavismo festejó dentro del Palacio Legislativo con amigos internacionales de tercera fila llegados hasta Caracas con supervisión revolucionaria, entre ellos los diputados regionales andaluces Ismael Sánchez y Ana Naranjo, de Adelante Andalucía. «El sistema electoral venezolano es muy avanzado, un modelo proporcionado y de máxima garantía», pontificó Sánchez.
Y parte de razón tiene, ya que sí garantizaba al 100% el triunfo revolucionario, como dejó constancia el reparto de los escaños: 256 para el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), 1 para los comunistas y 20 para los «opositores» aliados al gobierno.