Es complicado contar en orden lo sucedido, pero lo más importante es que Checo Pérez ha conseguido la victoria en el GP de Sakhir, la primera en la F1, más que merecida después de la rotura de 7 días antes. El mexicano se llevó su primer triunfo en la F1, después de 190 carreras iniciadas y cuando a falta de dos para acabar el año, no tiene equipo para 2021. Así de irritante es esta F1. Los dos Mercedes perdieron en boxes un doblete casi hecho a a falta de 20 vueltas y Carlos Sainz, rozó el tercero hasta la última curva, acechando el tercero de Lance Stroll.
El piloto de Jalisco se repuso a un toque de Leclerc en la primera vuelta, lo que le mandó al fondo de la parrilla, pero todo corazón y con su maestría para ir rápido y conservar gomas a la vez, fue remontando paso a paso, hasta llegar a la primera plaza, dejando atrás en pista a Esteban Ocon y Lance Stroll, sus escoltas en el podio. Sí, fue por varios errores inexplicables de Mercedes, que cambio las gomas de Russell con las de Bottas en la última parada, lo que obligó al inglés a parar otra vez más, cuando tenía el triunfo en su mano, pero Pérez lo merece después de 10 temporadas en las que ha cosechado 10 podios, con el de hoy, y siempre con coches poco pudientes de la zona baja y media, como Sauber o Force India. Si hay algo de justicia, Checo debería tener el Red Bull en 2021 y más después de este fin de semana.
La estrella del día acabó llorando en dentro del coche bajo la bandera a cuadros y luego en el emocionante himno de México, cantando «el sonoro rugir del cañon». Han pasado 50 años desde la segunda y última victoria del malogrado Pedro Rodríguez, en el Gran Premio de Bélgica de 1970 y 53 desde la primera victoria de un piloto mexicano en F1. Checo entra en los libros de la F1 y de su país, como todo un héroe, pase lo que pase en su futuro.
Fuente: https://www.marca.com/motor/formula1/gp-sakhir/2020/12/06/5fcd2d9a46163faf038b4595.html