4 de junio de 2018

La erupción del volcán de Fuego afecta a poblaciones en Guatemala

La erupción del volcán de Fuego este domingo —la más fuerte del cráter desde 1974— es una tragedia cuyo alcance todavía se desconoce. Oficialmente la cifra de fallecidos asciende a 62 personas, pero el hallazgo de más cuerpos podría aumentar el total de muertos. Solo en las inmediaciones de la aldea El Rodeo (Escuintla, en el sur de Guatemala, la zona más afectada) los socorristas han localizado 29 cadáveres. Nueve de ellos ya han sido trasladados a la morgue. El resto no pudo ser evacuado por el momento debido a que los rescatistas tuvieron que abandonar su labor por nuevos ríos de lava; los agentes están esperando reanudarla en cuanto existan las condiciones mínimas de seguridad.

El máximo responsable de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), Sergio García, afirmó la noche del domingo que se contabilizaban 3.100 personas evacuadas y 1,7 millones de ciudadanos afectados por la explosión. De momento se desconoce el número de desaparecidos y el de refugiados, ya que muchos de ellos han buscado acogida en casas de familiares o amigos. Al menos tres aldeas desaparecieron bajo toneladas de ceniza.

La tragedia se produjo al filo de las tres de la tarde del domingo (hora local) cuando una avalancha de lava volcánica, piedras y lodo se precipitó sobre varias comunidades ubicadas en las faldas del cráter. No todos lograron escapar. Familias completas quedaron atrapadas en sus viviendas. 

Expertos como Gustavo Chigna, del Instituto de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), calcula que las cosechas, particularmente de maíz y café, habrían quedado reducidas a cenizas en un radio de cinco kilómetros alrededor del volcán.

La lluvia de ceniza afectó a por lo menos cinco departamentos (provincias), circunstancia que conlleva el riesgo de contaminación del agua potable, a la vez que pone en riesgo el sistema de drenaje, que puede saturarse. El presidente, Jimmy Morales, declaró el estado de calamidad en todo el territorio guatemalteco, algo que estaba previsto que se aprobase por el poder legislativo la tarde del lunes, en una reunión de emergencia.

En tanto, el aeropuerto La Aurora ha sido reabierto y los vuelos nacionales e internacionales empiezan a operar con normalidad.

Fuente: Diario El País

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